Lothar Bergmann

Me hablaron de Lothar Bergmann como del último romántico dentro de los estudios de arte rupestre y ya no pude sustraerme a la curiosidad. Quería conocerlo y por eso quedamos en un bar de Tarifa para charlar un rato sobre lo que él ha denominado Arte Sureño. Allí me encuentro con un señor ya entrado en los cincuenta, alto, alemán y con las ideas muy claras. Una vez se pasó por aquí, le gustó esto y se quedó. Así de simple. Nada más saludarlo me doy cuenta de que se mueve en un ámbito cercado por la discreción. Casi me exige que le tutee. Cuando le pregunto sobre él, me lo deja claro. Lo importante aquí no soy yo, sino las cuevas de la provincia con expresiones de arte rupestre.

Nos entendemos enseguida. Al grano, como debe ser. Sin figureos, que eso no sirve para la obtención de los objetivos marcados, que no son otros que la creación de una demanda social para la protección, conservación y transmisión de este patrimonio histórico. Para que no quede ninguna duda me lo dice rápido y sin preámbulos:  Existen más de 180 cuevas de arte rupestre, y todavía más de 170 siguen sin protección. Muchas de esas cuevas, varias docenas, fueron descubiertas por él.

Para la defensa y protección de ese patrimonio arqueológico fundó en 1999 la asociación AGEDPA, pero la historia comenzó varios años antes, cuando realizó para la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía trabajos de catalogación de yacimientos arqueológicos como miembro del equipo colaborador del Conjunto Arqueológico de Baelo Claudia. Desde entonces no ha parado en su empeño de dar a conocer la riqueza rupestre en la provincia de Cádiz, y para ello ha propuesto la inclusión del conjunto en la Listadel Patrimonio Mundial de la UNESCO, para completar de esta manera el “Arte Rupestre del Arco Mediterráneo de la Península Ibérica”.

Lothar Bergmann es consejero de Honor del Instituto de Estudios Campogibraltareños y ha sido galardonado con numerosos premios por su labor de estudio y difusión de este patrimonio. Aún así, cuando le pregunto por los logros obtenidos en todos estos años de trabajo, se muestra desencantado y escéptico.

Mira, el problema aquí es que se trata de expresiones artísticas milenarias, muy vulnerables y en vías de desaparición. No sólo por la propia erosión natural, también y sobre todo por la acción del hombre. Desde que somos un país civilizado y la gente de la ciudad tiene coche y va de paseo al campo, nos encontramos con que excursionistas no controlados y que ignoran lo que allí hay, hacen pintadas encima del arte rupestre, destruyendo por capricho e ignorancia lo que la Naturaleza ha conservado durante milenios. En estos momentos urge que la administración proteja esas manifestaciones. Aquí se podría crear todo un ámbito cultural, hay sitios preciosos que la gente debería conocer, como la Cueva del Bacinete, por ejemplo, o la Cueva de Ardales o la de la Pileta, y donde habría que crear una oferta más dentro de los recursos turísticos encaminados a la visita guiada. Ni las instituciones oficiales ni los ciudadanos  se deberían  permitir el lujo de dejar que desaparezca estúpidamente. No te lo vas a creer, pero ahora mismo sólo están protegidas la cueva del Tajo de las Figuras, en Benalup; la cueva de la Laja Alta, en Jimena; la cueva del Moro, aquí en Tarifa; la cueva de las Bailadoras, la de Atlanterra y alguna más. Y eso es muy poca cosa en comparación con todo lo que aquí hay.

La Cueva del Moro

Háblame de la Cueva del Moro. Tengo entendido que tiene especial relevancia.

La Cueva del Moro fue el primer abrigo donde por primera vez se demostró la existencia de arte paleolítico en la provincia de Cádiz sin discusión ninguna. Había sospecha de esto en otras cuevas, pero allí, en la Cueva del Moro, por primera vez quedó claro. Y, por supuesto, debido a su antigüedad, aquello había que cuidarlo y protegerlo.

Tuviste incluso que hacer huelga para que te hicieran caso.

Incluso tuvo que actuar el Defensor del Pueblo. Hubo que llevar al parlamento andaluz la demanda, y aún así no la protegieron, y claro, tuve que sentarme dentro y decir que no me movía de allí hasta que no llegaran los materiales para cerrarla. Pocas veces se gana una lucha, pero ésa sí se ganó, por lo menos. Pero ten en cuenta que era la cueva más importante que teníamos en ese momento aquí en la provincia.

¿Qué supuso su descubrimiento?

La confirmación de la existencia del arte paleolítico más meridional de Europa. Nadie se esperaba algo así en la provincia de Cádiz. Si alguien hubiese buscado arte rupestre en el Norte de España, bueno, ahí ningún problema. En el norte de España y sur de Francia se conoce de sobra, pero aquí era impensable hasta entonces, y menos en un abrigo abierto, cuando este arte normalmente se encuentra en cuevas profundas. Y menos todavía en forma de caballo, porque hasta entonces las figuras de caballos en arte paleolítico era prácticamente desconocido.

¿Es cierto que debemos a la nicotina el descubrimiento de estos grabados?

(risas) Sí, sí. Me estaba fumando un cigarrillo cuando lo vi. No resulta fácil verlo. Es necesaria la entrada de luz desde un lateral de la cueva para verlo. Y sí, tal vez si no me hubiera fumado aquel cigarrillo en una esquina no lo hubiese visto y ahora podría estar destruido, puesto que la Cueva del Moro está ubicada en una zona muy atractiva para los escaladores. Cada uno llega y actúa a su modo, destruyendo un patrimonio muy vulnerable y para ellos totalmente invisible.

Lothar Bergmann en La cueva del moro

Defensa del Patrimonio

Se practica el grafittismo en las cuevas…

Muchísimo, y ése es el gran problema. La gente entra en una cueva y hace pintadas sin ni siquiera haber visto el arte rupestre. Esta gente que escribe allí sus nombres y se declaran su amor sobre la piedra en plan “Juan y Eva” y tonterías de ese estilo no han apreciado lo que allí hay.

¿Cuál es tu propuesta para solucionar este problema?

Nuestra meta es conseguir la inclusión del conjunto de arte rupestre de las provincias de Cádiz y Málaga en la lista del Patrimonio mundial de la Unesco, la ampliación de lo que se denomina “Arco Mediterráneo”. Porque entonces sí habría responsabilidades claras, entonces ningún político ni ningún gobierno podría negarse a su protección; ahí ya no habría excusas posibles”.

El Arco Mediterráneo

¿Cómo es que no se incluyó en 1998 a las provincias de Cádiz y Málaga en el “Arco Mediterráneo”?

Mira. El trabajo previo de hace treinta años lo hicieron los de Valencia, que querían incluir el Arte Levantino en el Patrimonio Mundial de la UNESCO. Pero fíjate, el arte rupestre de toda la zona no sólo es Arte Levantino. Existen manifestaciones prehistóricas realizadas en un periodo que duró casi 20.000 años. Hay manifestaciones de estilo naturalista, hay arte abstracto, hay arte esquemático, hay arte macroesquemático, y claro, si se los quiere incluir a todos, ya no se puede denominar sólo como Arte Levantino, por lo que lo llamaron “Arte rupestre del Arco Mediterráneo de la Península Ibérica”, pero no lo incluyeron todo; hicieron como siempre, una chapuza, dejaron fuera a las provincias de Cádiz y Málaga, que como todo el mundo sabe también son mediterráneas.

¿Cómo se podría corregir este error?

Para que tuviese esperanza de éxito la ampliación del Arco Mediterráneo, la Junta de Andalucía tendría que elaborar un plan de actuación sobre este patrimonio; medidas de protección, conservación y difusión con presupuestos creíbles. Entonces sí. Mientras no haya esto, no hay posibilidad de éxito ninguno. Y por ahora, la administración no ha hecho demasiado en este sentido.

¿Y la postura de la UNESCO en todo esto?

Bueno, la UNESCO lo tiene claro. Primero es uno mismo el que debe proteger su patrimonio. Uno se tiene que mojar el culo para mantener lo suyo. Y una vez que esto es así, entonces sí, entonces la Unesco lo puede declarar patrimonio mundial de la humanidad. Por eso es indispensable la implicación de los políticos. Llevamos más de una década reivindicando su protección sin que nos hagan caso. Ahora tenemos algunas esperanzas puestas en la nueva delegada provincial de cultura, que sí ha mostrado interés hacia nuestra solicitud, pero sin duda ha recibido una herencia nefasta. Sus predecesores en el cargo no hicieron nada.

Conociendo cómo se pronuncia la Constitución sobre el patrimonio histórico, ¿no resulta una ironía que todas estas manifestaciones estén prácticamente abandonadas de la mano de la administración?

Por supuesto. La misma Constitución española se pronuncia en este sentido. Se trata de uno de los patrimonios más vulnerables que existen, y estamos obligados a protegerlo, conservarlo y transmitirlo a las futuras generaciones. La propia Constitución declara a todo lugar con manifestaciones de arte rupestre como bien de interés cultural. Es decir, que el ciudadano tiene el derecho de conocerlo y el Estado la obligación inexcusable de protegerlo y conservarlo.

Lothar Bergmann en una cueva del campo de Gibraltar

Arte Sureño

¿Qué interés suscita en los estudiosos las manifestaciones del Arte Sureño?

Este es un tema complejo. El poco estudio que se ha hecho del arte rupestre de aquí lo ha llevado a cabo la UNED de Madrid. Cada dos o tres años vienen a ver lo que hay para después sacar alguna publicación y ya está. Sin mayores implicaciones. Existe cierto acercamiento hacia el estudio de las expresiones rupestres de aquí, pero únicamente para obtener las subvenciones y para ampliar currículum; en cualquier caso para el enriquecimiento cultural de los estudiosos en cuestión, pero nunca con la finalidad de proteger, conservar y difundir este patrimonio.

¿Y la Universidad de Cádiz?

A nosotros nos gustaría que del estudio se encargara la Universidad de Cádiz, puesto que se trata de un patrimonio de la provincia, pero bueno, lo importante es su estudio. Que lo haga cualquier universidad, pero que se haga. Hay verdadera necesidad de una comisión de investigación. Hay que planificar intervenciones de conservación. Hay que crear toda una documentación fotográfica para futuros estudios. Hay que elaborar material didáctico, porque un patrimonio que no existe en los libros de texto, simplemente no existe. Queda por hacer estudios monográficos. Se ha hecho, por ejemplo, algo con Almoraima, y también con el Instituto de Estudios Campogibraltareños, pero estudios rigurosos, con pies y cabeza, de un modo científico y con una voluntad realmente divulgadora aún es una asignatura pendiente. Aquí hay trabajo para muchos años.

De todas formas, el CD que tú has creado con el título de Arte Sureño es una extensísima documentación. Es un comienzo importante, ¿no?

Sí, bueno, es la única documentación fotográfica que existe hoy por hoy. Queremos dar a conocer la riqueza paleolítica y postpaleolítica de la provincia y en ese sentido el CD es muy necesario. No sólo el CD, también nuestra página web, que me gustaría que nombraras. Es ésta: www.elestrecho.com/arte-sur. En este sentido, tenemos que agradecer a la empresa Cherrytel que nos ceda de modo gratuito el hospedaje en su dominio. Desde nuestra Asociación, AGEPDA, intentamos crear una demanda social y poco a poco lo vamos consiguiendo. Somos independientes, no recibimos subvenciones y por eso mantenemos nuestra independencia de cualquier político y de cualquier clase de política. El año pasado, por ejemplo, gracias a la financiación de la planta eólica Ecotecnia pudimos distribuir 900 CDs en otros tantos centros escolares de la provincia, con el permiso expreso de poder hacer copias para su difusión. Se van haciendo cosas. En el año 2000 me desplacé hasta el Parlamento Andaluz el día de la investidura del presidente y allí hice entrega de 109 copias del CD a todos y cada uno de nuestros representantes. No pueden decir que no conozcan esta problemática. Cualquier persona que se sienta interesada puede conseguir de modo gratuito nuestro CD desde la web. Hay que dar a conocer este patrimonio. Su conservación es lo más urgente. Hoy por hoy, mucho más que su estudio. Que no se te olvide incluirlo. Para nosotros, lo prioritario es la protección y conservación del patrimonio, que la administración se implique. Que se proteja, que se conserve, que no se pierda. Luego habrá cientos de años para poder estudiarlo.


Entrevista realizada en Tarifa en Julio de 2004


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